viernes, 29 de abril de 2016

¿Cómo salir de la Rutina? LA CLAVE DE SOL



Algo nuevo para salirse de la rutina en solo un instante 


...¿Qué nos pasa?... Quien soy?



        ¿Alguna vez nos hemos preguntado por qué cuando la vida nos da la oportunidad de salir de la rutina, quizás visitar un lugar nuevo o simplemente realizar actividades de nuestro agrado fuera de la cotidianidad del día a día, todos nuestros sentidos se ponen en alerta, expresando así sensaciones de asombro, alegría, entusiasmo, energía positiva y, por el contrario, cuando realizamos nuestra rutina diaria permanecemos en un estado automático, percibiendo apatía, desgano, hasta incluso sensaciones de tristeza, inconformidad o aburrimiento?


       Es posible que todos hayamos experimentado esto, y de igual manera también es posible que todos aprendamos a ver con nuevos ojos cada momento de nuestra vida, tenga o no que ver con el trabajo, la familia, las obligaciones, responsabilidades, etc. Lo que necesitamos es comenzar a valorar éste momento, el aquí y ahora, lo que nos abrirá la puerta del auto-conocimiento.


       La cultura gnóstica brinda claves y herramientas muy prácticas y simples de las cuales valernos en cualquier momento y lugar para poder re-descubrirnos, y así vivir más plenamente nuestro presente, el cual se convertirá, de hecho, en nuestro futuro.Existe una clave muy sencilla, se denomina: “CLAVE DE SOL”. Se trata de dividir nuestra atención en tres aspectos:


                          S  - Sujeto - ¿Quién soy?

                          - Objeto - ¿Qué estoy haciendo?

                         - Lugar - ¿Dónde estoy?


       Cuando uno se dispone a realizar la práctica concentra su atención en ése momento, durante ese instante no piensa en otra cosa, no se distrae, sólo se pregunta a sí mismo ¿quién soy?, respondiéndose la persona con su nombre, observándose, sintiéndose. Luego, inmediatamente, se preguntará ¿qué estoy haciendo? Respondiéndose, qué actividad está desarrollando, por ejemplo: “estoy escuchando una clase, estoy cocinado, estoy vistiéndome, estoy caminando, etc.”, por último, se interrogará ¿dónde estoy? Contestando con el lugar en el cual se encuentre, por ejemplo: “estoy en mi habitación, estoy en la oficina, estoy en el colectivo, etc.” integrando a esto una observación detallada de todo lo que lo rodea, intentando observar cada detalle, sin emitir ningún juicio, sólo percibiendo;permitiendo así que su conciencia se integre en un mismo punto con el ser, el hacer y el estar, brindándole la capacidad de desarrollarse y expandirse dentro de uno mismo.


Esta simple práctica nos permite liberar tensiones, estrés, ayuda a desarrollar nuestra concentración, enfocándonos en lo real y dejando a un lado lo que nos genera cargas negativas, ansiedad, malestar, preocupación, etc.

 Podremos disfrutar así de un momento de distensión sin necesidad de tomar un tren, un avión, de viajar kilómetros, incluso sin dejar de hacer lo que se está haciendo.

 Es sencillo, práctico y muy beneficioso para nuestro cuerpo y nuestro espíritu.


¡Te invitamos a practicarlo! 


 ¿Te animás empezar este fin de semana? 



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