¿Alguna vez hemos tenido una corazonada? ¿hemos sentido algún Déjà vu? O simplemente ¿hemos intuido el desenlace de algo desconocido? Bueno, resulta que estas facultades no son una vana fantasía.
El hombre es, tal cual el universo, un mundo en constante movimiento repleto de características que lo hacen único y especial. En su constitución interna podemos hallar los más diversos órganos y sistemas que ayudan en los procesos de respiración, circulación, digestión, etc. También tenemos 5 sentidos físicos para valernos de todas las impresiones o percepciones que alimentan nuestra mente de imágenes, sonidos, aromas, sabores y texturas, que nos dan la riqueza de la interacción con el planeta y las demás personas.
Sin embargo, el hombre lleva en sí mismo una fuente energética que se encuentra latente, diríamos “dormida”. Esta energía vital, que a simple vista no se puede ubicar, nos recorre; es la que durante el sueño nos “recarga” para poder levantarnos al día siguiente con fuerzas, ánimos y dinamismo. La energía que poseemos, también es conocida como “chi” o “ki” en el oriente, en el ámbito científico se la relaciona con el magnetismo corporal, otros la nombran “aura” y es de diferentes colores según el estado interior del individuo. Además, nuestro cuerpo posee VÓRTICES por los cuales se canaliza esta energía. A estos centros vitales la cultura indostánica los denomina CHAKRAS que significan RUEDA o DISCO.
Como la energía que tenemos es muy escasa sólo nos ayuda con las funciones vitales y a veces nos confiere diligencia y proactividad constante. Más, cuando la ponemos en movimiento utilizando técnicas específicas para que vaya despertando, este flujo de vida comienza a activarse aún más y a moverse con más eficacia, concediéndonos diversos tipos de estados superiores que se traducen en una armonía física y espiritual. Es así, que cada uno de los CHAKRAS va “girando” y como si fueran pequeños centros de mando, van canalizando esta energía y con la práctica continua, progresivamente nos confieren otros 7 SENTIDOS OCULTOS que corresponden a cada uno de los 7 chakras.
Estos sentidos son: la Clarividencia, la Telepatía, la Clariaudiencia, la Intuición, las Salidas en Cuerpo Astral, entre otras. Cada uno de estos sentidos ocultos son herramientas indispensables que necesitamos desarrollar, pues sólo así iremos comprendiendo el profundo significado de las cosas; vislumbrando la realidad tal cual es y desenvolviéndonos de manera acorde a la armonía de la naturaleza y del hombre. Cuando uno despierta, por ejemplo, la Intuición, se guía por los “mensajes” que provienen del alma (opuestos al intelecto), evita caer en diversos errores, y esto a la larga contribuye a que la humanidad se supere y tengo como eje su espíritu.
La Cultura Gnóstica tiene como finalidad que el ser humano conquiste la liberación de todos aquellos problemas que lo aquejan, le invita a que comience el camino del auto-conocimiento para descubrir todo el potencial que lleva en su interior, entrega diversas técnicas milenarias que nos ayudan en el camino de la vida, y nos impulsa a alcanzar la tan anhelada auto-realización que no es más que adquirir la felicidad y el progreso físico, anímico y espiritual. En los cursos y conferencias públicas se da la merecida profundidad a éste y otros temas. Todos los cursos son gratuitos, pues el conocimiento es un patrimonio universal que nos pertenece a todos.
